Por qué una empresa pequeña también merece poseer un logo excepcional

Cuando se posee una empresa pequeña, el invertir dinero para el diseño de su logo puede parecer una tontería. Podría pensarse que el tomarse el trabajo de obtener un logo con calidad profesional equivale a desperdiciar valiosos recursos en un asunto insignificante o innecesario. En otras palabras: se podría pensar que, por tratarse de una empresa pequeña, no necesita valerse de un logo que la represente, o -cuando menos- no precisa tener un logo que haya sido diseñado con la misma dedicación y calidad con las que se crearía si se tratase del logo para una gran compañía. Esa es una noción errónea, que desconoce la participación del logo como factor clave en el éxito o el fracaso de un negocio. Entonces, ¿Por qué una empresa pequeña también merece poseer un logo excepcional? Porque también merece beneficiarse del impacto que un logo bien diseñado puede causar en su giro comercial.

¿El trabajo de diseño de un logo para una empresa pequeña es distinto al de un logo para una gran empresa o marca?

Fundamentalmente, es el mismo. Salvo por la cantidad de recursos que se dispongan para la inversión, y que el trabajo sea realizado por el propio interesado, por un novato, o por expertos en la materia, hay unos lineamientos que son inmutables. Por lo tanto, sin importar si la empresa es grande o pequeña, un buen logo debería, entre otras cosas:

Reflejar la filosofía de la firma. Es necesario conocer la misión y visión de la compañía; su personalidad, su público objetivo, sus intereses. Y hay que trasladar esos conceptos al diseño, establecer el vínculo entre la firma y el logo. Y, más allá: el diseño debe tomar en cuenta, incluso, los gustos de los consumidores.

Ser único y distinguible. Un buen logo debe ser exclusivo, singular. Debe poseer una identidad propia, que lo haga reconocible e inconfundible entre todos los demás.

Ser simple, breve, y relativamente fácil de dibujar. Una reconocida marca de artículos deportivos luce un maravilloso ejemplo de un diseño poseedor de tales características, basado en un sencillo trazo unicolor. Un diseño simple pero, indiscutiblemente, exitoso.

Que sea escalable y que sea reproducible. Un logo, por definición, debe ser concebido para repetirse constantemente. Sobre infinidad de superficies y en múltiples escalas. Por lo tanto, un buen diseño se mantendrá intacto, independientemente del tamaño en que se presente y del medio que lo contenga.

¡El tamaño si importa!

Una empresa pequeña es como un pececito que nada en aguas plagadas de voraces, grandes y experimentados depredadores. Cualquier elemento que le permita a una empresa surgir, destacarse, posicionarse, generar ganancias, y evitar ser devorado por el mercado, es un elemento al que hay que reforzar. El logo de una compañía es ese elemento a reforzar, si lo que se quiere es conquistar las aguas del éxito empresarial. Porque grande o pequeña, de nueva creación o de antigua solera, toda empresa competitiva debería preocuparse por poseer, entre sus activos más valiosos, el diseño de un logo de talla profesional.

Si usted posee una compañía pequeña, contacte de inmediato a un profesional. Le garantizamos que su empresa merece también valerse de las ventajas financieras de poseer un logo excepcional.